Y veo cosas, y me enervo,
y me matan, y me hacen fuerte.
La antítesis cobra vida.
Estamos tan lejos; por suerte; pero sé que un día estuvimos muy cerca. Y lo
odio. Y me da asco. Me repugna. Punto y aparte, quiero borrarlo, destruirlo,
matarlo, y arrancártelo de las entrañas para que nunca le vuelvas; sin dolor
solo es para hacerte el bien.
Que ahora soy yo, pero antes
no. Y no lo soporto. Quiero ser yo siempre, quiero haber sido yo siempre. Se
tiene que saber cuál es tu tiempo, tu era, tu oportunidad para ser
irremplazable, para pisar con fuerza, para demostrar que si te vas gran parte
de él morirá y partirá contigo. Lograré aprender de ello. Me gusta; no lo
escondo; soy así. Y quiero serlo siempre, única.
Que se mueran de envidia,
o de asco, me da igual. Pero que les quede claro. Clarísimo. Y que os jodan
también, porque sí, porque me da la real gana.
La puta imaginación, que
es más fuerte que todo. Joder ojalá nada sea cierto, puto asco.
Que hoy lo siento así, pero
mañana ya no. Seguirás dándome asco de todos modos. Quizás el problema lo tenga
yo, es lo más seguro.
No entiendo como dos cosas
tan opuestas pueden o pudieron gustarte, dejémoslo en que una te encanta y la
otra té gustó. O si lo entiendo, yo también pequé.
Quiero pisar fuerte. Tan
fuerte que si me echas, mi huella siempre te atrape.
Te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario