-“Eh, solo quería volver a mirarte”-.
Todas las veces que nos despedíamos y solo pensaba
en volver a verte, en encontrar esa excusa que me salvara para poder volver a
respirar un poco de ti. Todos los planes que pensé que llevaban nuestro nombre,
y todas las montañas que quería lograr de tu mano. Todas las ganas de vivir un
nosotros que nos aislara del mundo y nos diera igual. Porque juntos lo teníamos
todo, y brillábamos sin necesidad de nadie más. Porque era nuestro aire lo único
que necesitábamos para alcanzar sueños. Que más daba si nadie más confiaba en
ellos. Ya lo teníamos todo.
Pero joder, como doliste cuando dejaste de ser un
motor y empezaste a ser piedra. Como dolió decidir que tenía que saltarte sin
rozarte para que no volvieras a hacerme caer. Como dolió estar en tu limbo.
Como dolió aceptar que mi reflejo en ti había cambiado, y que si quería saltarte
sin caer, yo era mi único salvavidas.
-“Baby, it hurts”-.
Te debo el volver a confiar, te debo el volver a
creer. Te debo el volver a dar. Te debo el volver a ganarme. Te debo mi paz. Que
llegaste sin ruido, sin previo aviso. Y me enseñaste que puede ser fácil. Que
no hace falta ser ruidoso para ser fuerte.
-“You found the light in me that I couldn’t find”
Es eso lo que te debo.
*NNA.
(en mayúsculas de fuerza)
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