Hoy tengo miedo, miedo a perderte, miedo de que entre alguien mejor en tu vida, alguien que té dé más de lo que yo puedo darte, alguien que supere mis limites, alguien que vaya más con tu acorde.
Mi seguridad y fortaleza aparentes se vienen a bajo cuando el amor me tapa los ojos, todos mis puntos débiles se vuelen más pronunciados. Me haces tan bien que tengo miedo de que ese bien que me das se convierta en mi único motor.
Me da miedo tu pasado, como también me lo da tu futuro. No me explico. No me entiendo. No sé porqué.
Esos seis meses llenos de todo, apareciste como si nada y lo has podido todo. Todo recuerdo es bonito, todo. Increíble.
Hoy seis meses de esos días que con aquella camiseta verde fosforita de cada día, me sentía buscada, seis meses de esos trayectos de coche, que a medida que nos íbamos conociendo, eran más tempranos para tener más rato para vernos. Seis meses de aquellas quedadas espontaneas después de trabajar todo el día juntos sin haber tenido suficiente.
Tengo miedo a dejes de tener ganas de compartir conmigo, de mirarme, de buscarme, de quererme, de que te habitúes a mi presencia y se te vuelva prescindible.
Tengo miedo de que tus ojos queden invadidos por otra presencia que no sea la mía. Y lo que más miedo me da es que sientes por otro alguien lo que sentiste al conocerme a mí, porque creo que cada persona es única y las sensaciones que te provoca son diferentes. Si alguien me iguala, dímelo antes de que lo haga.
Yo por ahora creo en el amor, en la vida. En el amor que te da la vida, y la vida que te da el amor.
Pongamos que hablamos de (sus) ojos.
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