Ella había idealizado Madrid igual que los niños idealizan a sus héroes. Que quizás no son tan héroes como parecen, pero joder, que bien se vive creyendo en ellos. Ojalá que todas tus noches sean como Malasaña en pleno mes de abril, que todas tus confesiones las siga un beso que te calme lo miedos, y ojalá que siempre dejes entreabierta aquella puerta que tanto te costaba abrir cada noche que volvíais a vuestro refugio madrileño.
Transcribiendo sensaciones.
*nna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario